Marta Adamczyk es una joven diseñador polaca, graduada en diseño por la Academia de Finas Artes de Varsovia, que finalizó sus estudios en la Escuela Superior de Arte Saint-Luc, de Bruselas, gracias a las reconocidas becas Erasmus.
Poco después, Adamczyk fundó su propio estudio de diseño, Moskou, con el objetivo de crear objetos conceptualmente sencillos, pero con una importante precisión en los detalles constructivos y funcionales, con el fin de sorprender al usuario. Cada uno de sus proyectos debe ser diseñador para ofrecer inspiración y motivación al entorno, a la par que para embellecer la vida cotidiana, hacerla más fácil y agradable.
En este contexto se halla la silla K1, una pieza singular cuyo perfil puramente geométrico a la par que visualmente agresivo, esconde en su precisión constructiva la belleza de sencillos y sutiles detalles que suavizan dicha agresividad.
Tal y como dice la propia diseñadora, K1 es una pieza llena de contrates. Su estructura la dibuja un perfil rectilíneo, fino y aparentemente endeble, mediante el que aporta ligereza visual al conjunto. Sin embargo, se trata de un elemento realizado en acero sólido con el fin de garantizar la estabilidad estructural, y su capacidad de soportar los dos elementos de madera de roble que ejercen de asiento y respaldo.
K1, es una de esas piezas que con tan poco es capaz de decir tanto. Su particular sencillez y precisa combinación material, hacen de ésta silla, una silla elegante, sofisticada y confortable, cuya mencionada agresividad queda aplacada por la calidez de la madera de roble suavizada y adaptada para el cómodo reposo del usuario.
Pilar Mellado 
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